Seguramente te sorprendería la cantidad de horas que pasamos de media en nuestro sofá. Lo cierto es que supone la zona de descanso favorita para la mayoría de personas, que anteponen pasar tiempo en el sofá frente a la cama (limitan su uso a dormir) o una silla.
Si lo piensas, diariamente pasas mínimo un rato en el sofá después de comer y luego un par de horas después de cenar… ¡Y en fin de semana, estas cifras se multiplican! Por eso, no solamente es importante contar con un sofá adecuado, de calidad y bueno para nuestro cuerpo (con el fin de evitar problemas de espalda, por ejemplo). Sino que además, es necesario limpiarlo regularmente y de manera que evitemos estropearlo.
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Pasos para limpiar un sofá de tela
#1 Retira los asientos y aspira el polvo
Cuando retires los asientos de tu sofá, comprobarás que hay mucha más suciedad oculta de la que podrías haber imaginado. ¡Esto es normal! Se acumula no solo polvo, también migas y pelusas. No te sientas culpable al ver tanta suciedad junta, a todos nos pasa, pero es necesario quitarla esporádicamente para que no se acumule demasiado.
#2 Limpia la tela del sofá
Una vez retirado el polvo, pasamos a limpiar la tela del sofá. Existen numerosos trucos que sirven para limpiarlo sin dañar el tejido, asegurando el mantenimiento de la tela durante muchos años más. Vamos a explicar aquellos que recomendamos. ¡Vamos allá!
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Usa vinagre y bicarbonato
Este recurso es uno de los más extendidos y utilizados. Para elaborarlo de manera correcta, es necesario llenar un recipiente con un litro de agua templada y añadirle un vaso de vinagre y una cucharada de bicarbonato. Una vez hecha la mezcla, humedece un paño limpio con el líquido resultante y aplica movimientos circulares en el sofá. Deja que el líquido actúe… ¡Y listo!
Es muy importante saber que no debes verter vinagre directamente en la tela del sofá. De este modo, no solo no conseguirás el resultado deseado, sino que dejarás un aroma poco agradable en tu sofá.
Usa agua oxigenada
Este remedio es especialmente eficaz cuando el sofá cuenta con manchas de sangre o sudor. No obstante, también sirve para una limpieza rutinaria en el sofá. Lo primero que debes hacer es diluir el agua oxigenada en agua para reducir su agresividad (recordemos que la efervescencia del agua oxigenada es muy efectiva); a continuación, con un paño limpio y literalmente mojado con el líquido resultante, ejerce movimientos circulares en las zonas del sofá que desees limpiar.
Usa sal
¡Sí, como lo oyes, sal! Este truco es especialmente eficaz para retirar manchas de grasa. Para aplicarlo, exprime dos o tres limones y añádele un poco de sal. Una vez hecha la mezcla, con un paño limpio, frota el sofá con el líquido elaborado. ¡Espera resultados y… limpísimo!
#3 Vuelta al orden
Una vez esperado el tiempo necesario, lo último será volver a colocar los asientos del sofá, acomodar los cojines y disfrutar de una limpieza profunda y eficaz del sofá de tu casa.
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Por otro lado, puede ser que tu sofá no necesite una limpieza, sino cambiarlo por otro mejor o más nuevo. Sabemos que le tienes mucho cariño… ¡Pero el tiempo pasa para todos, y para tu sofá, también!
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